viernes, noviembre 3

sasa

-Hola! No ocultaré tu nombre, y que sé diversas cosas sobre tí. Sé que no te interesa tener novio, y que ya hay una persona con un lugar muy especial en tu corazón. Solamente, me gustaría conocerte, y que me conozcas. Sería interesante; además, no estoy tan interesado en una relación tan baja como la de un 'noviazgo'.

-Tus palabras no me endulzan ni me atraen, y eso que ya dijiste, es lo que pienso. No encuentro razón para hablarte, conocerte, o perder mi tiempo en tí, si ya tengo claras mis prioridades. No me gustaría que me conocieras, porque entonces descubrirías que soy demasiado para ti, Sejo.

- Oh, que equivocada estás, entonces. Es cierto que me has hecho sentir cierto dolor en el corazón, y por esa razón, perderás el agrado que siento por ti. No cometeré el error de algunos de seguir amando sólo para dañarse. Puedo notar que una persona tan mala y vil como tú, no puede estar hecha para convivir y ser feliz conmigo. Te pierdes de mi grandeza y genialidad, después estarás deseando no haberme rechazado, y llorarás a mis pies pidiéndome una oportunidad. Ya después encontraré a alguien más.

- Jaja, interesante, pero falso razonamiento, Sejo. El que se está perdiendo de algo, eres tú, y lo sabes. No trates de parchar las heridas en tu orgullo con esos argumentos, por favor, porque tu me deseas con toda tu alma y corazón. He estado leyendo tu espacio. Además, y aunque te duela, yo soy la mujer que tanto deseas, 'Ella', como me llamas. Y me amas, y no puedes evitarlo de la forma en que dices, tú no puedes odiarme. El único que sale perjudicado es tu persona, tu ser, tu alma; únicamente por mi capricho de no querer estar con el hombre de mis sueños: Tú, Sejo.

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