lunes, noviembre 6

De como murió la esperanza IV

Imagine mi sorpresa, cuando mi amada luna se encontró con mi amada humana esta noche, es decir ya lo habìan hecho, pero esta vez mi amada luna estaba llena, rebosante hermosa acariciaba el rosatro pálido, pero bellìsimo de mi amada humana. Acariciándola, desde sus labios delicados hasta sus ojos, que fundían a los campos con la tierra en un solo espacio que parecía infinito y que comnvergía en un punto negro. ¡Oh! De no ser por que ella sentada, mi amada luna me mostraba también a él, a ¡él!. Deseperado decidí irme con Cartagena a hacer el amor con mi más pura lujuria. ...la música. Deduzco que sin la mùsica, en ese momento en pequeño gran animal feroz e irracible hubiese salido y hubiese bailado, mostrando de nuevo su trasero rojo, blasfemando el semblante de mi amada humana y de mi ya no tan querida amada luna...

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