jueves, agosto 26

Manifiesto Socialdemócrata Amoroso 1

Arévalo, Wolfgang. "El Partido Comunista de San Jacinto y la nula obra revolucionaria". En Obras completas y discursos varios. Coord. Raúl Demesio de la Garza García. Ciudad de México: Nulísimos/ Comunidad Literaria Urbana y Barrial "Carlos Marx", 2010.

¡Rasteros y maolilientes! ¡Uníos!

Desde siempre se nos ha acusado de ser lumpens ávidos de barricadas, siempre nos han acusado de estar en el fondo de la alcantarilla más llena de mierda de los drenajes de una Comuna inexistente.

Nuestros enemigos no se dan cuenta de que su programa gradual de emancipación no revolucionaria no sólo ha sido un fiasco, sino una reverenda mamada.

domingo, agosto 22

Diario de Wolfgang Arévalo: 12 de abril de 2006


Obtenido de: Arévalo, Wolfgang. Obras completas y discursos varios. Cood. Raúl Demesio de la Garza García. Ciudad de México: Nulísimos/ Comunidad Literaria Urbana y Barrial "Carlos Marx", 2010.



Durante los últimos días de su vida, Wolfgang Arévalo decidió elaborar un diario. El documento recoge los pensamientos de Arévalo de enero de 2004 a abril de 2009, mientras ejercía como ministro del Movimiento del Optimismo Celestial bajo el seudónimo de José Martín Torres Carrazco. Este volumen editado por el CLUB de los Marxistas publica de manera inédita la reproducción fiel del diario.



Ante todo no puedo escapar. Me desperté en la mañana aspirando el olor fétido de este pueblo polvoso. A las afueras del convento, descuidado y podrido, sólo se puede encontrar el lazo último de la decadencia brutal con la que se atan las prostitutas a los árboles en las esquinas.

A veces me duermo con la esperanza de que, al despertar, todo esto sea un horrible y espantoso sueño juguetón. Reírme y contarle a mi mujer. Que ella se ría y me diga: "vamos a nadar". Luego despierto y me veo aquí, en mi misma piyama agujereada, en mi mismo cuerpo derretido, en mi misma cabeza confundida, en la misma amargura de siempre, como me recuerdo siempre.

Es paradójico que esta situación se reproduzca como el fractal. Es infinitamente chocante que no sólo se reproduzca la amargura y el hastío hasta las entrañas mismas de lo que soy, sino que además sea imposible salir.

Esto no es una lucha filosófica. Yo no quiero la emancipación. Es la más pura expresión adolescente de no querer ser quién soy. De nacer de nuevo en una mansión en un castillo en Freiburg, de ostentar la dirigencia del SPD o de ser un científico especialista en el funcionamiento del colisionador de hadrones.

Pero no, todo es igual. No despierto en Freiburg, no soy ni más listo, ni más rico, ni más guapo. Sólo me tengo a mí y a esa gente polvosa que tanto babea cuando digo estupideces. Esta gente es igual a mí supongo. Engaño con las mismas frases que me engañaron a mí, con las mismas fórmulas desgastadas, con el mismo tiempo desperdiciado miserablemente.


12 de abril de 2006
Atotonilco, Hidalgo, México.

sábado, agosto 14

Un día en el slam

No creo concebible un concierto sin slam. La música que me gusta necesariamente se ve acompañada de la armonización y la destrucción. La música que me gusta me llega a las entrañas.

Los de Abajo son lo que yo busco en la música. Su música me llega a las entrañas, al corazón del corazón. Música de la buena chingao.


jueves, agosto 5

Iraqui Short Film

Digamos que tiene ante usted una decisión sobre qué película ver. En algún cine azaroso se encuentra usted con que sólo hay dos películas. En la sala 1 exhiben Toy Story 3 y en la sala 2 se presenta Iraqui Short Film.

Usted tendrá que decidir ahora si a) quiere ponerse a llorar con un drama pequeño-burgués de un muchacho regalando juguetes o b) quiere que sus tripas rujan y jueguen dentro de usted como en un diabólico patio de recreo.

Si usted decidió a) por favor, lleve un pañuelo, compre unos nachos con queso amarillo y jalapeños y vaya a la sala 1. Si, en cambio, decidió b), Iraqui Short Film es para usted.

En Iraqui Short Film no encontrará ni trama, ni fotografía, ni postproducción. No obstante, resulta ser una metáfora de la naturaleza humana aún más perturbadora que muchas de las películas de hoy en día.

El poder perturbador de este filme yace en que explota el hastío y lo cotidiano. Es una película que se alimenta de lo perturbador de la costumbre y como, de repente, sin aviso, puede terminar en un estallido, una explosión, un grito de ayuda, un rezo...

Lo que le mueve las entrañas al espectador en Iraqui Short Film es como se diluyen poco a poco los grandes avances de la racionalidad, del poder de la máquina, del espíritu de la bondad universal y la hermandad publicitaria.

Seguramente si usted está acostumbrado al sonido constante y aturdidor del Dolby Surround mientras los colores corren a miles de fotogramas por segundo, esta película le parecerá por demás lenta y poco entretenida durante mucho tiempo. No obstante, cual cazador a la pieza, encontrará que hay momentos de risa nerviosa y de suprema desesperación pura.

Es un enorme proyecto filmográfico.




Final esperado

Luego del desmantelamiento y desaparición del Partido de los Comunistas de San Jacinto, Wolfgang Arévalo reconoció que el proyecto fue un reverendo fracaso.

Decadentismo de segunda mano, marxismo de cuarta, liberal socialismo descafeinado. El Partido sólo había resultado en un montón de malentendidos sin razón, en luchas entre amigos, en líos de faldas y en golpes a las afueras de la casa de campaña.

Si bien no era posible entender el desarrollo político de San Jacinto sin estudiar la participación del PCSJ en las elecciones de 2008, tampoco era posible asignar un papel relevante en la construcción de la democracia nacional. Arévalo conocía los límites de su movimiento y, de antemano, sabía de lo marginal y peligroso del experimento. No obstante, no le importó (le valió madres dicen los que saben).

Arévalo abandonó San Jacinto. El linchamiento público era inevitable. Luego de fundar el "Club de los Marxistas" como colectivo poético en un poblado desconocido, y del que sólo se conocen dos publicaciones, Arévalo huyó a la ciudad capital del Estado. Ahí cambió de nombre a José Martín Torres Carrazco y se dedicó a un oficio que lo seguía enlazando a su vieja vocación.

José Martín Torres Carrazco se hizo de fama en todo el Estado. Se convirtió en el mejor y más reconocido orador del Movimiento del Optimismo Celestial, una Organización No Gubernamental que se dedicaba al "ensalzamiento del optimismo, del trabajo humano y de la fe en Cristo".

La reproducción de los discursos de Torres, luego de revelarse como el pseudónimo de Arévalo, fue discutida por mucho tiempo por el Club de los Marxistas. Raúl Demesio de la Garza, un oscuro personaje, logró convencer a los demás miembros de que era una idea digna de tomarse en cuenta. Sin embargo, los esfuerzos de Demesio fueron en vano. La publicación del volumen de discursos dados por Arévalo fracasó en su intento de organizarse siquiera.



Acá entre nos

Tal vez nunca hubo nada. Ni noches en la acera lluviosa. Ni tardes en las ruinas de Cuicuilco. Ni las manos rojas de tanto apretar. Ni lo ojos que se enganchaban. Ni las cursilerías a media tarde.

Démosle tiempo al tiempo me dijo Raúl. El nunca le ha dado tiempo a nada. Corre sin parar como los asnos en la tormenta. Como los ojos de los pervertidos en el metro. Como los arrimones en el pesero.

En realidad no hubo ni tiempo, ni plegaria, ni sazón, ni pimienta. No estuvo ni Raúl, ni los amigos, ni las eras.

Sólo hubo un montón de paja seca. Nos encontramos con un montón de tablas devueltas por el mar. No dimos con la compleja coincidencia de que nuestros lenguajes se parecían marginalmente. Tenía un tono letal y virulento que los alejaba del movimiento de la máquina.

Seamos serios. Seamos como el mar rojo. Seamos solamente.