lunes, noviembre 27

Dulce Oscuridad

Pues bien, esta vez he de escribir un diálogo. Pero para no copiar demasiado al buen sejo, he decidio hacerlo al estilo del Gran José Saramago (mi autor predilecto), en otras palabras copiarme algo de este buen señor de manera un tanto mediocre y sin embargo lo haré de todas formas. Saludos.


Lacrimosa(coro): Lacrimosa dies illa
qua resurget et
favilla
iudicandus homo reus.
Huic ergo parce, Deus.
Pe Iesu,
Domine,
dona eis requiem. Amen.

Día de lágrimas aquél
en que resurja del polvo
para ser juzgado el hombre reo.
Perdónale pues, Dios.Piadoso Jesús,
Señor,
dales el descanso. Amén


Wolfgang Amadeus
Mozart


Si, por fin, el día de hoy decido hacerlo ante tí, decido expresarte todo lo que siento y perfora mi ser cada vez que te veo. ¿Te me declaras por fin?, dijo ella. ¿Por fin? ¿Es decir que ya lo sabías? Por supuesto, muchos lo murmuran, no eres la persona más discreta en este mundo y, por sobre todo, la forma en la que me miras es obsesiva e implacable, como relajas tus facciones hasta parecer un ser indefenso ante la luz o un ingenuo ser frente a los escaparates del dolor. He de decir que tienes razón, como la mayoría de las veces. ¿Y como piensas declarate? Pues, he notado que tu corazón cada vez es más oscuro, más lleno de abismos y de grietas, de agujeros infinitos que solo los aventurados han intentado siquiera descubrir. En efecto, y sin embargo evades mi pregunta. ¿Cómo piensas declararte? ¿Declararme? No, eso es ponerle una etiqueta a lo que quiero hacer, es como minimizar y denigrar lo que siento y lo que deseo gritar. Todo el mundo está cubierto de etiquetas, unas grandes, otras pequeñas. Lo que yo siento por tí no tiene. ¿Y como decirte tantas cosas en pocas palabras, en un momento tan corto? Supongo que empezando en este momento. Pues bien, no caeré en las cárceles ideológicas y de comportamiento que muchos tienen. No, te lo diré así, y así como sale por mi boca es como fue gestado en la oscuridad.
Quisiera que fueses el manto de noche que me cubra cuando las ánimas y los demonios me acosen para llevarme, quisiera perderme durante vidas en los mares que abruptamente llegan a su fin en un enorme agujero, de un negro tan denso, que es difícil incluso verlo. Quisiera fueras mi refugio y mi luz en las tinieblas. Quisiera perderme contigo en un bosque nevado, y encontrar el camino a la eternidad. quisiera ver la luna, refeljada en el lago, acosada por las miles de almas que la observan sin parar. Quisiera sobre todo saber que es lo que me depara en la luz de la luna, reflejada en tu rostro a la medianoche. Quisiera ser tu sangre, quisiera ser tu ira, quisiera que mi dolor sea el mismo que el tuyo. Quisiera ser el cuervo que habite en tu cementerio y que viva con cada rayo y con cada desesperante tormenta en la penumbra. Quisiera ser el dueño de tus risas, tan escasas como piedras preciosas, quisiera ser tu tristeza, tu ansiedad, tu odio y tu suerte. Quisiera que fueses la inalcanzable y oscura doncella de mi castillo, consumido por las llamas del abandono y de la noche. Quisiera poder querete en la luz y en la oscuridad. Quisiera que tu me quisieras. Permíteme enterrarte una estaca en el corazón, permíteme empujarla suavemente por tu piel blanca, permíte que tu sangre corra dulcemente por los relieves sin forma de la roja madera. Permíteme enterrarla, porque desde hace ya mucho tiempo, tú me enterraste una a mí, justo aquí en mi pecho y justo acá, en mi cabeza. ¿Qué te puedo decir, payaso de grotesca sonrisa? Supongo que esperaría un sí, una esperanza a mi fatídica realidad. Hoy te corto las alas, no agurades más las esperanzas en vano. Se te olvida que... Sí, lo sé, que crees que no hacen falta alas, y sin embargo he de decirte que hacen falta las esperanzas y las sonrisas, los anhelos y los versos. Tú no los tendrás por ahora, hay muchos caminos por andar, montañas que escalar y mares que navegar. ¿Y han de morir entonces las galimatías que impone el sentimiento? Que mueran si es necesario, que mueran y que no vivan más. ¿Tan abrupta será su muerte? Tanto como sea necesario, tanto como la razón así lo requiera y el corazón así lo acepte. Volaré con alas de tristeza a continuar mi agonía entonces. No seas cursi, no te apasiones por artilugios de la retórica, acepta una nueva derrota y ya. Haz perdido de nuevo. Ahora es diferente. ¿Por qué? Por que ahora no descansaré hasta verte en mis brazos, muerta de atudimiento, dando vueltas en un portal multicolor. Lucharás. Lucharé. Perderás en el intento. Perderé entonces. Ve y vuela entonces, por las montañas allá a lo lejos, por los lagos invisibles y por los mares que ya no veré. Hasta nuevas vidas, o lo que quede de esta. Entoncés el gritó, entonces no ha muerto la esperanza...

1 comentario:

  1. Anónimo9:47 p.m.

    jajajaj, qe chido, "sí te confunde"

    aún cuando a veces el escrito me recuerde a mi (jaja.. o es qe mas bien así son todas las conversaciones en la mente humana?), tiene tu inconfudible "sello".... yo digo que Ella (ton Ella) debería leerlo.. ha de ser interesante...

    muy chido, y pues a seguirle "trabajando"...

    ResponderBorrar