jueves, julio 27

Tak final versión por Ongay

... y después de estar un instante detenida, cayó. Y, junto con su caída todo desapareció, los cuerpos, la sangre, el río, él. Todo se combinó hasta lograr la más profunda oscuridad, donde la única compañía era la soledad, y junto con ella, la desesperación. Ambas empezaron a dominarla, a poseer cada espacio de su cuerpo, y justo cuando parecía que no había solución, despertó.
Estaba acostada y se sentía incómoda a causa de la camisa de fuerza. Con mucho esfuerzo logró reincorporarse. Estaba en un cuarto blanco, sin muebles. El techo, el piso y tres paredes, estaban totalmente acolchonados, pero, la cuarta pared, tenía un espejo, y con él, en letras escritas con sangre se leía: "He vuelto, se que no puedes sentirme y probablemente tampoco escucharme".
-¡Esto no puede continuar!- gritó al verse en el espejo. No entendía nada, sus sueños, la inscripción, su vida, su cuerpo. Todo se había vuelto ajeno a ella.Y, aunque todo era tan obvio, no lo aceptaba, por ello, seguía observando su reflejo inmovil.
Recorrío con la mirada el espejo completo, todo era blanco, todo excepto la inscripción.
-¡Cómo quisiera entenderlo!- justo cuando pensó en esto, su mirada se cruzó con sus ojos. Y al verse, un río de sangre salió por su boca y cayó con la mirada fría, viendo el infinito, hasta que el infinito se convirtió en él.
Al verlo comprendió, se acercó y le dijo:
-He vuelto, se que no puedes sentirme y probablemente tampoco escucharme.

1 comentario:

  1. Anónimo8:33 p.m.

    esta chido.. solo no me gusto qe se repitiera "la frase" esa qe habia qe poner...

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