martes, julio 25

Deli II

-Imagina... conqistar el mundo. y luego subir los peldaños de una amplia alfombra roja con hilo de oro bordado recordando mis grandes batallas. Subiré tomado de la mano de mi hermosa dama, llegaré y veré a las hordas y a los batallones extendiéndose al infinito, con el único fin de seguirme de cumplir mis más pequeños anhelos. Alzaré las manos y los vitores de millones de personas ensordecerán al mundo y sus gritos no tendrán fin. El odio y la deseperación se terminarán con el único fin de ser mis servidores. Altísimos comandantes, diré, os he reunido en el palacio de gobierno para agredecer la honrosa hazaña que han realizado y que seguiremos luchando por el bien de cada uno de nuestros ciudadanos.- El espejo parecía escucharlo, imbatible, siempre dispuesto a dar una cara, si bien aveces sonriente, a veces enojada, a veces triste, pero siempre devolvía la mirada. Y así continuó por largo tiempo, no es prudente mencionar cuanto, frente a aquel espejo que mi abuelo tenía en su habitación.

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