jueves, julio 12

2 horas sin Dolac

¡Ódiame!
¡Mírame!
¡Rómpeme las entrañas!
Pero no te quedes,
de aquél lado del ordenador.

¿Sabes?
El pensamiento es como un freno
es por eso que dejo que todo corra
como tu cuándo lo hacías
en este frío y ruidoso lugar
que llamo casa.

¡Regresa!
La cortante punzada en mi tímpano,
no se si sea la infección,
la inflamación,
o seas tú clamando por mi.
No, definitivamente es la falta de Dolac.
Cómo quisiera encontrar Dolac en las hojas caídas,
en los correos sin nombre,
en las conversaciones sin letras,
en los silencios infructuosos,
en las cuerdas del violín.

Y te fuiste,
te imagino,
¡Qué hueva! ¡Siempre lo mismo!
Y te fuiste

No soporto saber
que estuve al borde
de caerme en tus aguas verdes,
dulce verde,
pero diría Tom Jobim
que el miedo puede matar a un corazón,
ahora creo que
me gustaría haberme ahogado,
y que mi cadáver se mostrara,
pútrido se descompusiese,
en el dulce verde,
y no porque te quiera verde,
sólo que en el verde hubiese querido retozar.


¡Ya se que eres!
Eres bossa nova,
hermosa,
distante,
un tanto deprimente,
sí,
definitivamente
eres Agua para Beber.

Lo que más extraño
de esta vida
es el tango a media luz,
los grillos luminosos en la escarcha negra,
el calor delicado,
tu enfermedad onerosa
y las múltiples ciruelas doradas,
del color del alma,
ese día,
sólo ese día,
creí en d-os,
y que en él reside lo perfecto,
porque estabas tu frente al atrio,
d-os fue Dios,
y tú fuiste lo que jamás fuiste,
la noche,
la luna que no se veía,
¿a quién le importaba?
En fin, mi lista de cobardías se agranda y se agranda,
cómo los enfermos en el invierno,
cómo los ancianos al pasar el tiempo,
cómo los ruidos sin dolor,
cómo las letras sin amor,
cómo el amor sin amor,
cómo los enfermos en el invierno.

Cabemos
Verde que te quiero verde,
ardiente,
humeante,
aunque los sociópatas lo nieguen
aunque las señoras cristianas lo repudien,
aunque el burócrata grises lo ignoren.

Revolución
Roja, que te quiero roja Tania,
que de tu cruz te oigan los mal nacidos,
roja que te quiero roja,
ondeante, altiva.


El teclado manchado, los ojos rojos, la boca ensalivada, clic en Publicar Entrada y fin.

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