I
Y en un vaivén de soles rojos
en la mañana lúcida
se ciernen los azulejos
II
Las hojas gélidas
las palmas abiertas
Cuando despertólos gritos del purgatorio
se desplomaron
en el estruendo
III
Una tarde de abril
frente a los magueyales
en un sórdido estruendo
pergeñó su existencia
IV
A los ojos del Dios de la muerte
se nos desploman los adentros.
Una tarde de abril
frente a los magueyales
en un sórdido estruendo
pergeñó su existencia
IV
A los ojos del Dios de la muerte
se nos desploman los adentros.
"Me parece excelsa la manera en la que el poeta Toral muestra un universo caótico desmembrado. Es a través de la supresión de las preposiciones y la subversión de la lógica, que transforma el poema en un lirísmo brillante envidiable en estos tiempos posmodernos. Sin duda alguna, estamos frente a una renovación radical de la poesía mexicana. El jóven Toral es una sólida promesa que parece refrescar con un valde de agua fría el caudal de ese río al que llamamos México".
ResponderBorrarCarlos Tirzivais
(Poseido por Tavito después de oler unas rositas...)
Ay... no ma!....
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