lunes, octubre 30

Adjetivos (del Abuelo)

Adjetivos
Nota: esto no es precisamente buen material, es mera experimentación. No espero buenas críticas, pero por orgullo, absténganse de comentar aquí cosas demasiado negativas. No espero que les guste. Espero que lo lean por el simple hecho de recibir atención (me gusta recibir atención).

Impaciente la naturaleza humana,
complicada su forma de pensar,
obsesiva nuestra forma de venerar,
repugnantes nuestros motivos para juzgar,
absurdas las razones para creer que podemos hacerlo.

Normal el que ama,
valiente el que lo admite,
imbécil aquel que tiene fé en ello,
prudente quien no deja que esto lo controle,
condenado quien sigue amando.

Piadosa el alma de en quien se debe de creer,
sabio el espíritu que cree,
ingenua la persona que cree en alguien más,
testurado quien que dice no creer,
común aquel que cree cuando conviene hacerlo.

Vacilante el hombre que no sabe que decisión tomar,
admirable quien ya lo hizo,
inexperto aquel que erró
estúpido quien cree que tomó la decisión correcta,
huevón quien simplemente no quiere decidir.

Humano el que no sabe,
humilde quien lo admite,
idiota aquel al que no le importa,
perseverante el que lucha por saber,
soñador el que cree que le servirá para algo.

Cobarde aquel que daña,
pragmático quien lo hizo por una buena causa,
sincero quien se arrepiente,
crédulo aquel que lo perdona,
astuto quien dice no haber visto nada.

Fuerte el que se cuestiona,
mentiroso quien responde,
patético el que lo agradece,
ocioso quien intenta confirmar la respuesta,
pusilánime el que se conforma.

Lentos los días para entenderlo,
falsas las conclusiones creadas,
frustrantes las negativas obtenidas,
motivante el saber que tenemos un poco más de tiempo,
innegable la idea de que éste se agota

Intrigante la idea de lo que ella piensa,
sublime el motivo para imaginarlo,
catastrófico el hecho de que no tengo idea,
esperanzador el saber que tampoco ella la tiene,
rutinario el esperar a que las cosas cambien.

Envolvente su imagen,
delicados sus labios,
extasiante su silueta,
maravillosos los instantes en que no importa si es o no mía,
entrometido quien se pregunta a quien me refiero.

Agotadas mis ideas,
indigno quien las juzga,
conocedor quien lo aprueba,
ignorante a quien no le importa,
agradecido el autor.

Edgar Cabrera

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