Supongo que ahora que me da flojera leer mi discurso, me he dado a la tarea de seguir a Sejo en sus reflexiones, retratando el momento justo, tratando de que las letras no se escapen entre las manos sin expresar lo que pasa. Estoy en el aula contigua a donde comúnmente vivo (y digo vivo por que casi es así). No hay nadie, el abuelo se fue con sus amores (las cartas de llugui o) y pues relato esto en compañia de la mochila de Ongay. Ja la única razón por la que me quedo es por seguir mis instintos y tomar orquesta.
Como cuando las hojas caen de la montaña, y el hermosos vibrar del viento entre su cabello. Creo que jamás se dará, sin embargo es bonito pensar en ello, en que sería si fuera posible.
Que loco, se ha conectado, justo al término de esta oración.
Normalmente no escribiría esto, pero viendo el fracaso rotundo de este proyecto, pues no me preocupa demasiado, Sejo, si estás leyendo esto, te darás cuenta y sabrás de quien escribo.
Me pregunto que habrá debajo de esa sonrisa, de esa mirada turbia que llega hasta el alma, atada a cadenas de melancolía, cortando los ultimos vestigios de entendimiento...
O, llegan los plantos....
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