I
Cada uno de los personajes se remonta a sus propios mundos, contenidos en ipods de última generación: el golpeteo, el chillido, el ajetreo, el vaho y el bramido se confabulan en una sinfonía decadente y putrefacta. Nos encontramos ante un escenario poco fértil para las ilusiones burguesas de felicidad inmediata, este cuadro es, sin lugar a dudas, la enajenación.