siempre que oigo el bandoneón me dan unas ganas de verte, in-con-men-su-ra-bles como las sílabas del árabe, cómo las uñas sucias de Dios.
Yo no sé que es lo que me pasa. Es como si se separaran mis metapersonajes
Uno, erecto por las olas, habría de concienciar sobre las semillas, el arado y la rueda infinita del Dharma
Dos,
complete la frase pero sin escribir que hay que completar la frase
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