martes, mayo 5

Raúl y yo

Verstossen sei auf ewig,
Verlassen sei auf ewig,
Zertrümmert sei'n auf ewig
Wolfgang Amadeus Mozart, Aria "Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen"
Una carta manuscrita, encontrada en el baúl de Raúl Demesio, muerto, revivido, autodestruido y muerto de nuevo. Tengo que confesarlo abiertamente, Raúl Demesio nació de mis testículos.

Yo no quería decirlo, no ganaba nada con divulgarlo, permanecía como un secreto acurrucado en mis enaguas sucias, metido en los más hondo de mis entrañas. Pero me ha dominado, ha dicho mis últimas palabras y las a vuelto a recitar todas.

Raúl Demesio no es alguien de quien me enorgullezca, no asume su calidad de metapersonaje, de algo efímero y absolutamente despreciable. Prefiere salirse de su maleta escrotal y contaminar hasta la última neurona lúcida que habita en mis sesos. Sale como un gargajo lleno de influenza en una calle atestada de niñas gritando por vestidos de quinceaños, se pega mugroso en mi ordenador y me muestra que tan defecable son los trending topics de la existencia.

He pensado que Raúl y yo no somos una dicotomía maniquea y cábula. Él es más mi producto de mercado, como un escaparate de liverpúl en pleno Insurgentes. Pero, a estas altural del partido, me da de un igual, yo no quiero trazar una nueva línea metaliteraria. Yo no me dejo vivir para que Raúl pueda tramar su literatura, su literatura no me justifica. Ni sus páginas, ni las mías son válidas, sus momentos de grandeza quedarán perdidos en el internet, quedarán muertos en medio mundo virtual. Soy yo, ésta multitud que me reclama, quien escribe esta página. La literatura apesta

Y así, en el centro de la pudredumbre, coloco el último poema malo de una millonésima parte del siglo XXI.


Cosas que importan: Poema al último poema malo de una millonésima parte del siglo XXI

Der Hölle Rache kocht in meinem Herzen,
Tod und Verzweiflung flammet um mich her
It's just la realidad
El mundo huele a guerra siniestra
y todos van directo hacia el precipicio


El poema se pierde cuando se moja
en orines

puedesexribir los versos más tristesexta noche
a mi la verdad no me importa

al-fin y al-cabo
hay un cerco sanitario ÷ nos.

¡ya sé!
Te propongo algo

Hagamos un nuevo [c]anal
sin exclusas ni excusa[2]
que comunique por fin
tu hedionda raya amoral
fétida
grosea
maltida
con mi natural
elemento cilíndrico
ovalado

puedexescribir tus dudas sartreburguesas en este mantelito de vips
lo doblaré en forma de grulla
y me lo introduciré por...

¡adivinaste!

¿no?, ¿aún no?

¡por el reverendo!
¡por el magnánimo!
¡POR DIOS!
¡POR LA PATRIA!

así es,
por el


A
N
O



Este poema se ha ganado
¡Niégemelo señor juez!

Un lugar
(tan sólo uno)

en los anales de la porquería misma
el corazón de la porquería

en los anales de usted cibernauta
en los anales de la vieja guardia testicular

se ha ganado un anal completo


¡Fétido poema Raúl Demesio!

¡Fétido como el rabo de un niño abandonado!

¡Fétido como los mocos de un rabioso!

¡Fétido como el encuentro azaroso de un paraguas y una máquina de coser en un hipervínculo en un blog!

¡Fétido como las costras de luz en el estigma de San Francisco!
¡Fétido como el Slam Poetry!


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